Daniel 12, 1-4:
"En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que vela sobre los hijos de tu pueblo. Será un tiempo de angustia cual nunca hubo desde que existen las naciones hasta entonces; y en ese tiempo tu pueblo será librado, todos los que se encuentren inscritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, para el desprecio eterno. Los entendidos brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, por siempre jamás. Pero tú, Daniel, guarda en secreto estas palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento aumentará."
Comentario de San Antonio María Claret:
Se proponen dos muy nobles cualidades de san Miguel pues se muestra:
1º Muy sublime en la dignidad, por la proximidad con Dios. "Michael princeps magnus"
2º Vigilantísimo en el cargo que le diera Dios del cuidado de las almas. "Qui stat pro filiis populi sui"
El entender, el conocer y el amar, es la naturaleza, la vida, el destino y la ocupación de los Ángeles; entre ellos, lleva las primicias San Miguel, quien recibió el mando de todas las angélicas escuadras, y fue constituído árbitro de las almas que puedan salvarse.
Miguel es amoroso, protector del cuerpo universal de la Iglesia, y la defiende de la herejía y del dragón infernal; es particular y fiel guarda de cada una de las almas a él encomendadas, a las que protege durante el camino de la vida, conduciéndolas, por fin, al paraíso, en la hora de la muerte: "Repraesentat eas in lucem sanctam"
No hay comentarios:
Publicar un comentario