domingo, 28 de abril de 2013

Crucifijos Prohibidos



Crucifijos Prohibidos

"El 11 de junio de 1623, la Congregación de Ritos proscribía los crucifijos en los que a Cristo de le representa con los brazos en alto. El 11 de septiembre de 1670, un decreto del Santo Oficio prohibía hacer Crucifijos "en una forma tan grosera y sin arte, en una actitud tan indecente, con los rasgos tan deformados por el dolor, que provocan más bien la repugnancia que la "atención piadosa". Sabéis, en fin, que en marzo de 1921 el Santo Oficio prohibió la exposición en las iglesias de ciertas obras del pintor flamenco Servaes" 

J. Maritain, "Arte y Escolástica", pág. 139, Ed. La Espiga de Oro, Bs. As., 1945

jueves, 18 de abril de 2013

Chesterton y la Educación Estatal




Chesterton y la Educación Estatal

"La manera en la que el Estado ha conseguido su mayor poder, arrebatándolo a los padres y a la Iglesia, es cuando se apoderó de la Educación. Nunca antes en la historia del mundo había tenido el Estado tanto poder como cuando ha obligado a todos los niños a ir al colegio. El objetivo de la educación obligatoria, ha sido "privar a la gente normal de su sentido común.". (Illustrated London News, 7 sept., 1929). 

"Y no es tanto que se enseñe una filosofía no adecuada como que no se enseñe ninguna. Mientras que el Estado esté a cargo de la Educación, no enseñamos nada, y el mismo tipo de nada, a todos. Porque a lo que obligamos a todas las familias, por el poder de la policía, no es a una filosofía, sino al arte de leer y escribir sin filosofía.” (Illustrated London News, 3 oct, 1931). 

“Borrarán la antigua autoridad de los padres. Su lugar no lo va a ocupar ni la libertad ni la licencia, sino la autoridad del Estado mucho más supresora y destructiva” (Illustrated London News 24 nov., 1928).


G. K. Chesterton

martes, 2 de abril de 2013

No te encadene el mundo


No te encadene  el mundo

San Agustín: 

“Sírvete del mundo, pero no te dejes encadenar por él. La vida es un hospedaje: entraste en él sólo por un momento y para partir”.

San Luis María Grignon de Monfort:

Efectivamente, antes del Bautismo pertenecíamos al demonio como esclavos suyos. El Bautismo nos ha convertido en verdaderos esclavos de Jesucristo, que no debemos ya vivir ni morir sino a fin de fructificar para este Dios-Hombre, glorificarlo en nuestro cuerpo y hacerlo reinar en nuestra alma, porque somos su conquista, su pueblo adquirido y su propia herencia


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