Abstención de Disputas Sutiles
"Para que la concordia de ánimos adquiera la deseada estabilidad, es necesario que todos se abstengan de las cuestiones que ofenden y dividen. Omítase, pues, así en los diarios como en las conferencias populares, como en las cuestiones muy sutiles y de escaso interés, cuya solución e inteligencia exigen capacidad suficiente y cultura no vulgar. Propio es del hombre dudar en mucha. cosas y en otras sentir de manera diversa a la que otros sienten; conviene por tanto, a los que sinceramente buscan la verdad, que en las disputas observen igualdad de ánimo y modestia y mutua reverencia, para que de esta suerte el disentimiento de opiniones no acarree el disentimiento de voluntades. En las cuestiones dudosas puede cada uno defender la opinión que mejor le pareciere, siempre que esté dispuesto a someterse a las decisiones de la Sede Apostólica."
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