La he visto otra vez... ¡Qué hermosa es!
Las últimas palabras de Santa Bernardita, a quien Nuestra Señora de Lourdes se le apareció muchas veces, y quien muriera a la edad de 35 años permaneciendo hasta la actualidad como si jamás hubiese muerto; fueron:
"La he visto otra vez... ¡Qué hermosa es!. Madre, ruega por mí que soy pecadora"
¿Qué nos queda pedir a nosotros, entonces, con tanta miseria corrupta ante tal hermosura inmaculada y virginal?
Callar y obedecer al mensaje central de Nuestra Señora de Lourdes, que se reduce a tres palabras:
¡PENITENCIA! ¡PENITENCIA! ¡PENITENCIA!
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