viernes, 12 de junio de 2009

La importancia de la Verdad Absoluta


Citas de la Sagrada Escritura:

"Sea tu sí, sí, tu no, no". (Mt 5,37).

"Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida". (Jn 14,6).

"Cuando viniere Aquél, el Espíritu de verdad, os guiará hacia la verdad completa". (Jn 14,13).

"Si permanecéis en mi palabra, seréis en verdad discípulos míos y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres". (Jn 8,31-32).

"Abrazados a la verdad, en todo crezcamos en la caridad". (Ef 4,15).

"El demonio es el padre de la mentira". (Jn 8,42).

"El cristiano no debe mentir". (Ef 4,25 Ap 14,5).

"Es una infamia en el hombre la mentira" [. . . ]. (Si 20,26).

"Los cobardes, los infieles, los abominables, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros tendrán su parte en el estanque que arde con fuego y azufre, que es la segunda muerte". (Ap 21,8).

"Seis cosas aborrece Yavé, y aun siete abomina su alma. Ojos altaneros, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente. Corazón que trama iniquidades, pies que corren presurosos al mal. Testigos falsos, que difunden calumnias y encienden rencores entre hermanos". (Pr 6,16-19).

"Guardaos, pues, de murmuraciones inútiles, preservaos de la lengua mal hablada, porque la palabra más secreta no quedará impune, y la boca embustera da muerte al alma". (Sg 1,11).

"Los labios mentirosos los aborrece Yavé, se agrada de los que proceden sinceramente". (Pr 12,22).

"Es preferible el ladrón al mentiroso, uno y otro tendrán por heredad la perdición". (Si 20,27).

"Guárdate de mentir y de añadir mentiras a mentiras, que eso no acaba en bien". (Si 7,14).

"Por lo cual, dejando de lado a la mentira, hable cada uno verazmente con su prójimo, pues que todos somos miembros unos de otros". (Ep 4,25).

"No hay para qué gloriaros, ni levantar mentiras contra verdad: que esa sabiduría no es la que desciende de arriba, sino más bien una sabiduría terrena, animal y diabólica". (Jc 3,14-15).

"Ellos (los gentiles) habían colocado la mentira en el lugar de la verdad (. . .)" (Rm 1,25).

"Fuera perros, hechiceros, fornicarios, homicidas, idólatras y todos los que aman y practican la mentira". (Ap 22,15).

"Nuestro Señor es la misma verdad; el Verbo de Dios que podemos conocer y en quien debernos vivir". (1Jn 5,7).

"Por lo tanto, es inútil buscar la verdad fuera de El: toda la sabiduría está contenida en Jesús". (Col 2,3).

Tradición Católica:

Amor a la verdad

En sentido amplio, consiste la veracidad en el amor a la verdad. Más concretamente, designa la verdad en las palabras, la conformidad de éstas (o gestos equivalentes) con el pensamiento, con la convicción interior (cfr. Suma Teológica,2-2, q. 109, a. 1).

Quien no ama la verdad, todavía no conoce (SAN GRECORIO MAGNO, Hom. 14 sobre los Evang. ).

¡Oh Verdad!, tú presides en todas partes a todos los que te consultan y a un tiempo les respondes a todos, aunque sean cosas diversas. Claramente tú respondes, pero no todos oyen claramente. Todos te consultan sobre lo que quieren. Optimo ministro tuyo es el que atiende tanto a oir de ti lo que él quisiera, cuanto a querer aquello que de ti oyere (SAN AGUSI¡N, Confesiones,10).

(La mentira) asemeja al hombre al diablo (SANTO TOMAs, Sobre los mandamientos, l. c. , p. 280).

Los hombres pasan, la verdad del Señor permanece para siempre (Imitación de Cristo,1,5,2).

La veracidad y las demás virtudes:

Por ser animal sociable, el hombre debe a los demás cuanto sea necesario para la conservación de la sociedad. Ahora bien, no sería posible la convivencia entre los hombres si no se fiaran entre si, convencidos de que se dicen mutuamente la verdad (SANTO TOMÁS, Suma Teológica,2-2, q. 109, a. 3).

La verdad huye del entendimiento que no encuentra humilde (SAN GREGORIO MAGNO, Hom. 18 sobre los Evang. ).

Es cierto que la verdad huye siempre de las mentes que no son humildes (SAN AGLSTIN, Sermón sobre humildad y temor de Dios).

La mentira hace imposible la vida social (SANTO ToMÁS, Sobre los mandamientos,1. c. , p. 281).

Se oponen entre sí la vanidad y la verdad (SAN AGUSTíN, Sermón 12).

Rectificar cuando sea necesario:

Acostúmbrate a no mentir jamás a sabiendas, ni por excusarte, ni de otro modo alguno, y para esto ten presente que Dios es el Dios de la verdad. Si acaso faltas a ella por equivocación, enmiéndalo al instante, si puedes, con alguna explicación o reparación; hazlo así, que una verdadera excusa tiene más gracia y fuerza para disculpar que la mentira (SAN FRANCISCO DE SALES, Introd. a la vida devota, III,30).

Alguna vez es lícito ocultar la verdad, pero nunca es lícito mentir:

De que se pueda en ocasiones ocultar la verdad, no se debe concluir que sea lícito mentir (SAN AGUSTíN, en Catena Aurea, vol. 1P 425).

Por dos causas debe ocultarse el conocimiento de alguna cosa a quienes la preguntan. A saber, cuando el que inquiere es incapaz de comprenderla, o cuando por odio o menosprecio se hace indigno de que se le explique (SAN BEDA, en Catena Aurea, vol. VI, p. 368).

La mentira unas veces constituye pecado mortal; otras, venial. Es mortal mentir en asuntos de fe, cosa que puede ocurrir a predicadores y maestros ilustres; y entre todas las clases de mentiras es ésta la más grave: Habrá entre vosotros maestros mendaces, que introducirán sectas perniciosas (2P 2,1). Algunos lo hacen en ocasiones por aparentar sabiduría (SANTO TOMAS. Sobre los mandamientos, l. c. , p. 281).


La ignorancia y el error:

Perverso maestro es el diablo, que mezcla muchas veces lo falso con lo verdadero,para encubrir el engaño con apariencia de verdad. (SAN BEDA. en Catena Aurea, vol. IV, p. 76).

Si me preguntáis por qué hay tan pocos cristianos que obren con la exclusiva intención de agradar a Dios, ved la razón de ello. Es porque la mayor parte de los cristianos se hallan sumidos en la más espantosa ignorancia, lo cual hace que todo su obrar sea meramente humano. De manera que, si comparaseis sus intenciones con las de los paganos, ninguna diferencia encontraríais. ¡Dios mio!, ¡cuántas buenas obras se pierden para el cielo! (SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la virtud).

Sólo como falsa ciencia puede ser calificada la doctrina de los herejes, los cuales enmascaran su propia ignorancia llamándola ciencia, del tiempo revuelto dicen que está sereno y a las tinieblas las llaman luz (SAN VICENTE DE LERINS, Conmonitorio, n. 21).

Cuando se estudia mucho, se conoce a Dios: frecuentemente, la ignorancia es hija de la pereza (SAN JUAN CRISÓS-TOMO, en Catena Aurea, vol. III, p. 78).

La antorcha encendida significa que no debemos permitir que nadie viva en las tinieblas de la ignorancia (SAN CIRILO, en Catena Aurea, vol. VI, p. 101).

La mayoría de las falsedades contienen algo de verdad; por lo menos, aquellas falsedades que son perversiones de la verdad son las que tienen más éxito. Pero, aun sin falsedad, vosotros sabéis cuán extraña puede aparecer la verdad a mentes no familiarizadas con ella (CARD. J. H. NEWMAN, Sermón en la inaugurac. del Seminario 5. Bernardo,3-X- 1873).

No se lee en el Evangelio que Cristo dijese: "os envío el Espíritu Santo para que os instruya sobre el curso del sol y de la luna". Porque quería hacer cristianos, no matemáticos (SAN AGUSTÍN, Sermón 2).

Muchas veces juzgamos las cosas conforme a nuestro deseo, y perdemos con frecuencia el verdadero juicio por amor propio (Imitación de Cristo,1,14,1).

Si se da una razón contra la autoridad de las divinas Escrituras, por muy aguda que sea, engaña con semejanza de verdad, pues no puede ser verdadera (SAN AGUSTIN, Epístola 143, a Marceliano).

La doctrina del Salvador es por sí misma perfecta y de ninguna necesita pues es la virtud y sabiduría de Dios. La filosofía griega al unirse a ella no hace más poderosa la verdad; mas por hacer débiles los argumentos de los sofistas contra aquella y rechazar las engañosas asechanzas contra la misma fue llamada ajustado muro, cerca y valladar de la viña (CLEMENTE DE ALEJANDRIA Stromata 1)


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